31 de Mayo de 2018
Poco hay que contar de este día. Nos levantamos, desayunamos tranquilamente y pusimos rumbo a la Plaza de Roma. Íbamos a despedirnos con el calor de Venecia por todo lo alto: eran sólo las 9 de la mañana y ya había una humedad sofocante. Ir a Venecia en verano debe ser agobiante…
En la Plaza de Roma nos pusimos en la parada 1 de ATVO. Ojo, porque hay varias compañías que hacen este tipo de trayecto. Como teníamos el billete de ida y vuelta que sacamos el día 7, sólo teníamos que pasarlo por la máquina al acceder al bus.
Llegamos al aeropuerto con tiempo de sobra, y menos mal, porque la cola de facturación iba muy lenta. En esta ocasión viajamos con Iberia y no hubo complicaciones.
Tuve la suerte de que me tocó ventanilla y pude disfrutar de las vistas del lago. Pude identificar lo que creo que era la isla de Burano.
Y Venecia con Murano.
El resto del día fue bien. No hubo retrasos y todo discurrió con normalidad.
Finalizaba así nuestro periplo por tierras eslovenas y venecianas.
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