Provincia: Málaga
Población: Cortes de la Frontera
Tipo de recorrido: Semi circular
Recorrido: 12,49 km
Desnivel acumulado: 811 m
Dificultad: Moderada – Difícil
Época recomendada: Primavera
Fecha de realización: 23/04/2016
Hace años estuve en este incomparable paraje; por desgracia, al poco de empezar, tuvimos que volvernos porque empezó a diluviar y no podíamos continuar así .
Tenía muchísimas ganas de volver, pero este lugar se encuentra a dos horas y media de Málaga y daba bastante pereza tanto coche. Finalmente me animé aprovechando que en esta época del año los días ya son más largos y que estamos en primavera (sin duda la mejor época para hacer senderismo).
El acceso es libre, pero desde el 15 de septiembre hasta el 15 de febrero es necesario consultar previamente con la oficina del parque natural para realizar este sendero, ya que hay actividades de caza mayor en la zona, y por razones de seguridad, es inviable que coincidan estos usos: http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do?idEquipamiento=20085
En esta zona llueve muchísimo, por lo que encontrar un día que no haya ni una sola nube en el cielo es muy complicado. A pesar de que el pronóstico era bueno, nos acompañó una densa masa de nubes durante la mayor parte de la ruta, aunque tras hacer cumbre disfrutamos de algunos ratos de sol.
Aparcamos en la zona habilitada para ello, donde caben unos 20 coches (36.529597, -5.586773). Andamos un poco por la carretera y llegamos a la puerta de acceso (al entrar hay que volver a cerrarla).
Tomamos un ligero sendero hasta llegar a una cancela. Tras ella, entramos en un precioso bosque de alcornoques con un camino fácil de seguir.
Poco a poco comienzo a recordar por qué me enamoré de este sitio: llegamos a otro lugar mágico, un puente sobre un pequeño arroyo de piedras llenas de musgo.
Continuamos andando hasta llegar a las ruinas del Molino Harinero del Mondo.
Y un poco más adelante llegamos a la pequeña aldea de refugios que pueden alquilarse (podéis ver toda la información en su web: http://www.lasauceda.es/).
Cruzamos el río y ponemos rumbo a la Ermita: un edificio del que sólo quedan las paredes, pero que aún así se muestra imponente.
Giramos a la izquierda y pasamos por el lateral de una angarilla o cancela: tomamos el sendero de la sauceda. Primero andamos por una amplia y cómoda pista forestal entre alcornoques, flanqueados por el río por debajo y por helechos por arriba.
Poco a poco nos acercamos al río y nos deja preciosas estampas.
Llegamos a una pequeña cascada que tendremos que cruzar para seguir hacia la izquierda.
A partir de aquí tenemos que cruzar varios riachuelos y escorrentías (yo conté 6), por lo que se hace fundamental llevar un buen calzado de montaña impermeable.
El sendero deja de ser amplio y cómodo, para convertirse en un pedregal con bastante desnivel.
Por fin acaba la subida y llegamos a una amplia y cómoda pista forestal en busca del sendero al Pico Aljibe. Hasta este momento, la ruta podía considerarse fácil o moderada si se está en mala forma física. Sin embargo, la subida al Pico Aljibe, y más en las condiciones que subimos, es bastante compleja.
Abandonamos la pista forestal para tomar un sendero con mucho desnivel.
Continuamos el sendero andando en todo momento entre alcornoques. Nos encontramos con un bonito salto de agua escalonado.
El camino que seguimos es muy bonito.
Pero pronto ese agua que hacía el camino tan bonito se vuelve en nuestra contra. Tenemos que superar un desnivel más que importante por un auténtico barrizal, ya que no hay sendero alternativo y no para de bajar agua. Esto es cansado, ya que a la pendiente hay que sumar los resbalones.
Esta parte de la ruta se hace bastante pesada por lo que, cuando apenas quedan unos metros para llegar a la cumbre y vemos que el camino es casi una explanada, nos parece el cielo.
Por fin llegamos a la cumbre del Pico Aljibe. El vértice geodésico está destruido y han puesto un pequeño mojón de cemento a su lado.
Tuvimos la suerte de que por un rato se despejaran las nubes, y pudimos disfrutar un poco de las vistas panorámicas. Estas dos fotos son de 180º cada una.
Os muestro alguno de los detalles más bonitos.
Aprovechamos para almorzar aquí, aunque era temprano, y comprobamos que Luna estaba ya bastante sucia por haber atravesado la zona de barro (y peor aún se pondría).
Como íbamos a la Laguna del Moral, tuvimos que regresar por el mismo camino: de nuevo un terrible barrizal, empeorado porque estaba subiendo un grupo inmenso de gente. Al menos, pudimos disfrutar de nuevo de bonitas estampas.
En vez de terminar de bajar por el mismo lugar que subimos, tomamos un sendero hacia la izquierda con menos desnivel, menos barro e igualmente bonito.
Este sendero desemboca de nuevo en la pista forestal de antes, pero en un punto más avanzado. Andaremos un buen rato por ella. Es un camino muy cómodo pero un poco aburrido para mi gusto. Al menos, disfrutamos de unas bonitas vistas del valle.
Vimos que aún nos quedaba mucho tramo por pista, así que decidí abandonarla para tomar un sendero muy poco transitado. Ojo, porque al darme cuenta me volví (lo indico con un waypoint).
Este tramo es complejo, el sendero no siempre se ve bien y tuvimos que cruzar el río un par de veces, pero sin duda, para mi mereció la pena.
Este camino desembocaba una vez más en una pista forestal, que recorremos apenas unos metros para salir de nuevo por un sendero indicado con carteles que llevan a la Laguna del Moral. En apenas 120 metros llegamos a ella. Está cerrada por una angarilla o verja, pero se puede abrir para entrar.
Este lugar transmite una increíble paz y es mucho más bonito de lo que reflejan las fotos.
Continuamos andando por un sendero que salía de la laguna. Íbamos de nuevo camino de la ermita. Una vez más nos toca andar por terreno embarrado y resbaladizo. Tras este tramo, salimos una vez más a pista forestal (y tras tanto barro, casi se agradece).
Esta pista nos deja en la ermita que vimos al principio de la ruta. Por no volver por el mismo camino, tomamos un sendero distinto para volver al coche. Muy bonito, pero una vez más, de nuevo embarrado.
Este sendero nos deja directamente donde aparcamos el coche con más barro de la cuenta, sobre todo la pobre Luna.
La ruta es una auténtica maravilla. La recordaba bonita pero lo es aún más, yo no podía dejar de mirar a todos lados maravillada con tanto verde y sus alcornoques (mi árbol favorito, junto al Pinsapo)
Si vais en las mismas fechas que nosotros, tened en cuenta las escorrentías que convierten buena parte del recorrido en un barrizal. Si queréis hacer sencilla esta ruta, podéis hacer el mismo recorrido que nosotros, pero evitando la subida al Pico Aljibe: os ahorraréis la mayor parte del barro y la parte más compleja de la ruta.
Creo que la mejor época para hacer esta ruta es en primavera, todo está especialmente verde y encontraréis mil flores por todos lados.
También pudimos disfrutar de parte de su fauna.
Miguel se fijó en que había muchos árboles con agujeros, posiblemente hechos por el Pico Picapinos. Una pena no poder ver alguno en directo.
Y así acaba una de las rutas más bonitas que hemos hecho, toda una maravilla en el centro de Andalucía.
Esta zona, a pesar de ser una preciosidad, guarda una terrible parte de la historia entre sus piedras. Fue zona de resistencia del bando republicano durante la Guerra Civil, y en ella se produjeron numerosos asesinatos de hombres, mujeres y niños que allí se refugiaban, por parte del bando franquista.
Os recomiendo que leáis la entrada: Consejos para hacer senderismo.
Para ver más fotos de la ruta, pinchar aquí.
Para descargar el track de la ruta, pinchar aquí.
Si os ha gustado la entrada y os ha sido útil para organizar vuestro plan, agradecería mucho vuestra ayuda para el mantenimiento del blog.

Muy bonita la ruta, muy buen trabajo realizado
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Muchas gracias Luis ^_^
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