Provincia: Málaga
Población: Mijas
Tipo de recorrido: Semi-Circular
Recorrido: 11.2 Km
Desnivel acumulado: 885 m.
Dificultad: Moderada – Difícil
Época recomendada: Todas menos verano
Fecha de realización: 28/11/2015
Hoy nos adentramos a conocer la Sierra de Mijas, visitando el Cerro Málaga y el Pico Mijas.
Dejamos el coche en un aparcamiento que se encuentra en plena carretera cerca de la Ermita, en estas coordenadas: 36.595493, -4.641025. Aunque no es demasiado pequeño, tampoco es muy grande y la gente del pueblo aparca allí, por lo que si vais muy tarde puede ser que no encontréis hueco.
Desde aquí disfrutamos de unas bonitas vistas de Mijas.
Andamos un poco por la carretera y nos disponemos a tomar el sendero que sube a la Ermita.
Es un terreno bastante pedregoso y zigzagueante, lo que incomoda un poco el camino debido a las piedras, pero hace la subida muy asequible.
Este camino, por el que discurre un Vía Crucis que empieza por la 3ª estación, nos llevará hasta la Ermita, del Siglo XVIII. Parece ser que antiguamente se utilizaba como retiro espiritual para los monjes carmelitas. Hoy sólo abre los viernes de Cuaresma.
Tras visitar la Ermita volvemos un poco sobre nuestros pasos para tomar la bifurcación que sube. A partir de ahora nos esperan aproximadamente 3 kilómetros de subida constante superando unos 535 metros de desnivel.
A paso tranquilo, se puede subir sin mucho problema. Tomaremos varias bifurcaciones, ya que la Sierra de Mijas está llena de senderos.
Antes de incorporarnos a una pista forestal, encontramos una escalera de piedra que me recordaba, en miniatura, a la escalera árabe de la ruta de Sierra Huma.
La pista forestal la pisaremos apenas unos metros, ya que rápidamente enlazamos con otro sendero estrecho pero muy bien marcado, el cual, mirando hacia atrás, nos deja unas bonitas vistas de una de las canteras de Mijas.
Continuamos subiendo y encontramos que la bruma marina empieza a entrar en la montaña.
Ya nos queda poco para llegar a la bifurcación que nos llevará al Cerro Málaga. Es curioso como los árboles han creado un bonito “túnel de entrada” a esta parte de la ruta.
La subida no tienen un sendero tan bien marcado como el camino por el que hemos andando hasta ahora, pero fijándose, se puede seguir sin mucho problema.
Subimos sin saber si realmente esa cumbre se llama Pico Puerto de Málaga o Pico Mendoza ya que, tras buscar, cada uno lo llama como quiere. Cuando llegamos a la cumbre nos enamoramos de las vistas. En la cara Norte está completamente despejado.
La cara Sur tiene una banda de nubes que me parece preciosa.
Tras disfrutar de las vistas, nos disponemos a volver sobre nuestros pasos y dirigirnos al Pico Mijas. Ojo, porque debéis fijaros en esta piedra pintada de verde que es la que os indica por donde tendréis que salir. Durante todo este trayecto, debéis ir buscando las pintadas en verde para que sepáis que vais bien.
Aviso: esta parte de la ruta no es sencilla, ya que el leve sendero suele perderse por ser un terreno muy pedregoso. Es cansado, como digo, por las piedras que acaban magullando los pies.
Aún así, si miramos atrás, disfrutamos de unas preciosas vistas ahora que la banda de nubes se ha levantado.
En nuestro recorrido hasta el pico Mijas, pasaremos por dos cerros: Cerro Chaparral y Cerro de los Conejos.
El primero de ellos es muy pedregoso y pronto nos deja las vistas al fondo del Pico Mijas.
El segundo discurre por un bosque de encinas muy bajas que complica bastante el paso por ellas.
Enlazamos por fin con un sendero amplio y marcado, y tras una última pendiente de arena y piedras y un tramo asfaltado, llegamos a la famosa Bola de Mijas.
Aquí paramos a comer y comprobamos horrorizados, que Luna se ha destrozado las patas en la zona que unía el Cerro Málaga con el Pico Mijas. Como he comentado, es una zona muy pedregosa y las piedras le han herido un poco las almohadillas de las patas.
Esto hace que tengamos que cambiar el plan de ruta que teníamos e intentar recortarla tomando caminos mas cómodos para turnarnos para cargar con ella.
Tras comer, miramos el plano de senderos y el mapa del móvil, y decidimos bajar por un sendero que discurre por la ladera de la montaña y se unirá a la Ruta Celeste: la Cañada de la Fuente de la Adelfa.
Vamos bordeando la montaña observando la preciosa zona encañonada que se forma.
Una vez hemos enlazado con la ruta celeste, entramos en un bonito bosque de pinos.
Al final de este sendero, con Luna a cuestas, tenemos unas preciosas vistas, y comprobamos que metros más abajo ya empieza la pista forestal que buscábamos.
No soy muy fan de andar por pista forestal, pero dadas las circunstancias, era el camino mas cómodo y no se nos hizo pesado ya que en todo momento nos acompañaban unas vistas espectaculares.
El camino por la pista es sencillo y cómodo, salvo un último repecho que nos lleva de nuevo a las escaleras de piedra, y que se nos hizo más pesado por el calor que nos daba ese sol ¡de 28 de Noviembre!
El resto del camino era el mismo que tomamos a la subida, el tramo llamado Ruta de la Cruz de la Misión (por el que teníamos pensado volver) lo dejaremos para otro día.
Aún volviendo por el mismo lado, las vistas del pueblo con el sol del atardecer nos deja unas bonitas estampas.
La ruta la califico de moderada (por la exigencia física) pero difícil por el tramo que une ambas cumbres por el terreno pedregoso (no apto para ir con animales, tendremos que replantearnos las rutas a las que traemos a Luna) y la facilidad de perder el sendero.
Os recomiendo ir un día que esté completamente despejado, ya que la ruta ofrece unas vistas espectaculares.
Os recomiendo que leáis la entrada: Consejos para hacer senderismo.
Para ver más fotos, pinchar aquí.
Para descargar el track de la ruta, pinchar aquí.
Si os ha gustado la entrada y os ha sido útil para organizar vuestro plan, agradecería mucho vuestra ayuda para el mantenimiento del blog.
