Provincia: Málaga
Población: Genalguacil – Jubrique
Tipo de recorrido: Circular
Recorrido: 7.84 km
Desnivel acumulado: 287 m
Dificultad: Moderado
Época recomendada: Verano
Fecha de realización: 12/08/2015
Hoy nos disponemos a hacer el último río de este año. Comienza a hacer demasiado calor y es fácil achicharrarse. Visitamos el Arroyo del Quejigo y el Arroyo del Estercal.
La carretera antes de llegar tiene mil curvas, así que ojo las personas que se marean en el coche. Dejamos el coche en las siguientes coordenadas: 36.530342, -5.213711, donde podrían entrar unos 3 ó 4 vehículos más.
Bajamos por la carretera y a pocos metros encontramos un puente colgante de madera que lleva a una casa particular.
Podríamos hacer el río hacia arriba (derecha) o hacia abajo (izquierda). Nosotros lo subiremos ya que nuestros objetivos son la Charca Azul y la Charca Encantada.
La ruta comienza siendo muy bonita, con muchos saltos de agua y pequeñas pozas.
Pero más adelante comenzará a complicarse el camino. El río se cierra por la vegetación y árboles caídos y nos será complejo a veces seguir subiendo.
Aún así las sucesivas pozas nos animan a seguir disfrutando de este río.
Pasamos por debajo de un puente de madera en mal estado y nos saldremos del arroyo, ya que la vegetación hace imposible el paso.
Seguiremos por un sendero perfectamente marcado al lado del río.
Y poco más adelante entramos al agua de nuevo, aunque durará poco porque una vez más se cierra, así que iremos entrando y saliendo del río según éste nos permita.
Llega un punto en el que se bifurca. Nosotros continuaremos por la derecha y seguiremos andando hasta llegar a un tramo casi completamente seco con grandes bloques de piedra.
Pasamos por debajo de un enorme pino caído.
Y nos encontramos con una poza preciosa.
Os recomiendo aprovecharla y daros un baño. El agua estaba estupenda.
Superada esta poza por su lado derecho llegamos a otra con mucho encanto también.
Y a los pocos metros encontramos el puente de piedra y asfalto que cruza el río por la pista forestal, el cual atravesamos.
Nos quedan apenas unos metros para llegar al Charco Azul.
A la ida encontramos aquí a una familia dándose un baño, pero a la vuelta ya se habían ido, por lo que lo teníamos entero para nosotros. Es lo bueno de hacer rutas entre semana, que no hay agobio de gente en los sitios.
El Charco Azul es una zona muy frecuentada por los vecinos de Jubrique y Genalguacil.
El agua es completamente transparente y podréis ver la gran cantidad de peces que hay, aunque para mi gusto, el agua estaba demasiado caliente. Seguramente por la poca profundidad que tiene y el calor que hacía hoy.
Para superar esta charca volvemos unos metros atrás, y la bordearemos por su lado derecho, por una zona un poco escarpada y peligrosa.
El camino de la Charca Azul a la Charca Encantada es una auténtica maravilla.
Varias pozas y saltos de agua nos sorprenden por el camino.
Para subir lo hicimos por el lado izquierdo, por un sendero apenas marcado y algo difícil de seguir.
Y por fin llegamos al Charco Encantado, con su típico tronco de árbol en medio de la poza.
Aquí es requisito imprescindible bañarse. El agua está en ese punto exacto de frescor que no es molesto pero refresca. Además impresionan los enormes bloques de piedra.
El árbol.
Y el agua es completamente transparente.
Tanto que puedes verte perfectamente los pies.
Volvemos sobre nuestros pasos y en esta ocasión hacemos todo el camino por dentro del río. La única complicación es una poza algo cerrada que se puede bajar sin problema arrastrando el trasero.
De nuevo hago hincapié en que debéis tener cuidado en el tramo donde se supera la Charca Azul, porque es corto pero peligroso.
Nosotros comemos en la Charca Azul, mientras echamos trozos de pan a los peces y nos sorprendemos de cómo los devoran (menos mal que los humanos les dan miedo).
Tras almorzar nos disponemos a volver al coche. La subida, aunque muy bonita, es lenta y un poco pesada, así que decidimos tomar una pista forestal que sale del Charco Azul como camino de vuelta.
No tiene mucho desnivel y los árboles hacen sombra, por lo que no se hace pesado. Esta pista forestal enlaza con la carretera por la que hemos venido, así que nos espera la parte más aburrida de la ruta: casi tres kilómetros de bajada por la carretera, aunque hay zonas muy bonitas llenas de árboles y helechos.
Lo bueno es que la carretera está desierta y podéis aprovechar la sombra de los árboles. Desde la Charca Azul al coche tardamos una hora andando.
Al llegar al coche nos sorprendemos al verlo rodeado de cabras.
Poco después aparece el cabrero, un hombre súper entrañable y agradable que nos recomienda no dejar más el coche donde lo teníamos, al estar demasiado cerca de la pared del risco; nos recomendó dejarlo en esa misma zona, pero más apartado del borde del risco, ya que las cabras al saltar por esa zona pueden soltar piedras desde arriba, que van cayendo y saltando cuesta abajo, pudiendo darle al coche y abollarlo.
Os dejo con la colección de ranas que encontramos por el camino, aunque he de decir que eran bastante rápidas y escurridizas.
Y otras curiosidades vistas durante la ruta, como la muda de piel de una culebra de agua, elaboradas telarañas, esbeltas libélulas y enormes hongos.
Esta es una ruta muy bonita, pero algo exigente físicamente.
Os aconsejo leer la entrada: Consejos para hacer un río.
Para ver más fotos, pinchar aquí.
Para descargar el track de la ruta, pinchar aquí.
Si os ha gustado la entrada y os ha sido útil para organizar vuestro plan, agradecería mucho vuestra ayuda para el mantenimiento del blog.
