Era imperdonable que teniendo ya varias entradas en mi blog, faltara una fundamental en la sección de pueblos: Antequera.
No es porque sea el pueblo de mis padres, ni mucho menos, pero es el pueblo más bonito de toda Málaga.
Son muchas las veces que he ido a visitarlo, llevando a todo el mundo que ha querido verlo.
Es un pueblo muy grande y para visitar todo lo que ofrece haría falta un fin de semana entero. Yo os haré un resumen de lo que se puede visitar en un día.
Nada más llegar a Antequera hay dos paradas fundamentales: los dólmenes de Menga y Viera, y el del Romeral.
Personalmente el del Romeral es el que me parece más original y más bonito, pero al estar separado de los otros dos, apenas tiene visitas. Yo recomiendo fehacientemente ir a verla. Su entrada es alargada y llena de cantos de piedra formando un pasillo hasta llegar a la cúpula final.
Visitado este primer dolmen, ponemos rumbo a los otros dos. Os sorprenderá ver la gran diferencia que hay entre ellos. Mientras el Romeral tiene una entrada de tierra austera, en torno a Viera y Menga han creado todo un complejo con una sala de proyecciones e información.
Tras ver el vídeo, muy interesante, de cómo se han construido, nos acercamos a verlos. El camino está cementado y adaptado a personas con minusvalía. Nos recibirá un reloj de sol a la subida de los dólmenes.
Subimos apenas una cuestecita y encontramos el primer dolmen: Viera.
Su entrada es alargada y con cantos de piedras grandes en los laterales del pasillo. Al final hay una pequeñísima sala donde se colocaban los difuntos.
El siguiente dolmen es Menga. Es el más grande y llamativo de los tres, y es el que explican en el vídeo. Su entrada es más ancha y cuadrada, y dentro encontramos un profundo pozo. Llama mucho la atención el impresionante tamaño de las piedras que lo forman y las columnas que lo sujetan.
Superada la etapa prehistórica Antequerana, pasamos a la siguiente fase de la visita. Subimos para ver la Alcazaba, Santa María la Mayor y la Iglesia del Carmen.
La entrada a estos tres monumentos cuesta dinero y se puede comprar un pack con las tres visitas para que salga más económico.
Aparcar en esa zona es complicado, por lo que es posible que haya que alejarse un poco para poder dejar el coche. Tras aparcar, la zona impresiona por su belleza. Encontramos un mirador muy bonito desde el que se ve toda Antequera, y justo enfrente el Arco de Hércules o Arco de los Gigantes que nos enseña un poquito de la magnificencia del Santa María la Mayor.
Santa María la Mayor es destino imprescindible en la visita a Antequera. En la plaza en la que se encuentra, podemos ver además los restos de unas termas romanas, aunque no muy bien conservados.
Al entrar a la Colegiata, nos sorprende que por dentro es bastante austera, pero encontrarse en el centro con las inmensas columnas merece la pena. Tiene una excepcional acústica y se hacen conciertos dentro de ella. Podemos bajar y visitar las tumbas que en ella se encuentran.
Hay un elemento que encontramos especialmente llamativo y es una figura de una Tarasca. Las tarascas eran pasos que acompañaban a las procesiones del Corpus en el siglo XVII y, sobre todo, en el XVIII, compuestos por un dragón de siete cabezas y una figura femenina que representa la Fe. Está tallada en madera y cubierta por telas encoladas.
El siguiente destino será la Alcazaba, un castillo que se encuentra en muy buen estado y con unos preciosos jardines.
Cabe destacar varios aspectos de este edificio. Por un lado la torre del campanario, llamado de Papa Bellota porque en 1585 se construyó en ella un templete campanario financiado con la venta de encinares propiedad del Municipio, así que los vecinos decían que se «papeó» las bellotas.
Si entramos a la torre, hay dos cosas muy destacables.
Por un lado que podremos ver el mecanismo del reloj, muy bien conservado.
Y por otro las espectaculares vistas del pueblo.
Antes de abandonar esta zona, bajaremos por calle el Colegio y callejón de la Piscina para visitar la Iglesia del Carmen. Es una iglesia barroca realmente preciosa, sólo su retablo mayor es impresionante, pero mires donde mires hay cúpulas y capillas asombrosas.
Volveremos sobre nuestros pasos y subimos por calle Herradores para ver un pequeño edificio muy típico: la Capilla – Tribuna de la Virgen del Socorro, también conocida como el Portichuelo. Estas capillas eran una llamada constante a la religiosidad del viandante.
Tras este último punto volvemos al coche para bajar ahora al Paseo Real o como se conoce en Antequera: el Parque.
Allí encontramos un parque típico de albero, coronado por un arco llamado la Puerta de Estepa.
En esa misma plaza también encontramos la Plaza de Toros. Antequera es un pueblo con una amplia tradición Taurina.
Si subimos por la calle María Cristina, dejando a la izquierda la plaza de toros, encontraremos un precioso parque por el que merece la pena pasear tranquilamente.
Seguimos por la calle Porterías y llegaremos a otra zona preciosa de Antequera: la Cruz Blanca, donde está la iglesia de la Trinidad.
Y la capilla Tribuna de la Cruz Blanca, con el mismo objetivo que el Portichuelo, pero de otro estilo.
Tras visitar este punto, daremos un paseo por sus calles, y para ello tomaremos la calle Santa Clara para pasar por al lado del mercado de abastos y seguimos subiendo por calle Calzada, la que nos llevará a la Plaza de los Remedios donde veremos El museo Conventual de las Descalzas, el Palacio de los Marqueses Peña de los Enamorados y el Convento de la Victoria.
Subiremos por la calle Encarnación, pasando por el Coso Viejo donde está el Palacio de Nájera, sede del museo. El museo es una visita altamente recomendable (ver entrada del Museo de Antequera).
Si continuamos la calle hacia arriba llegaremos a la Plaza de San Sebastián. Esta iglesia es preciosa por dentro y llama la atención el Angelote que se encuentra arriba a modo de veleta.
Por último subiremos por la calle Infante don Fernando (conocida como calle Estepa), donde podremos disfrutar de muchos más monumentos: Iglesia de San Agustín, la casa de los Pardo, Iglesia de los Remedios (impresionante por dentro pero difícil de pillar abierta), el Ayuntamiento, Iglesia de San Juan de Dios (antigua pero preciosa por dentro)… Y así llegaremos al punto donde partimos: la Puerta de Estepa.
Recomiendo que antes de abandonar el pueblo vayáis con el coche al paraje natural conocido como el Nacimiento de la Villa. Es el sitio donde nace el río que da agua a toda Antequera.
Antequera es un pueblo increíble donde se puede encontrar todo tipo de monumentos (prehistóricos, romanos, árabes…) y con mayor número de iglesias por habitante (27 en total) de toda España. Podéis conocer más sobre ellas en la entrada Antequera – Ruta de las Iglesias.
Hay dos cosas que es imprescindible probar en Antequera: un mollete antequerano del Bar Castilla (Calle Infante Don Fernando Nº 40) y un bienmesabe de las Monjas Clarisas (Calle Belén Nº 4).
No hay que olvidar por supuesto el impresionante y único paraje natural que tiene: El Torcal, del que hablo en otra entrada del blog.
Para ver un completo plano de Antequera, pinchar aquí.
Si os ha gustado la entrada y os ha sido útil para organizar vuestro plan, agradecería mucho vuestra ayuda para el mantenimiento del blog.

Hola Sara. No sabía que tenías un blog. Nos hemos enterado por casualidad Fran y yo. La verdad que tus fotos son muy bonitas y las rutas magníficas. A ver si algún día hacemos alguna juntos ¿no? Besitos y mucho ánimo en tu nueva aventura bloguera 😉
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